Carretera Austral (Chile)
Bariloche - Los Antiguos
por paso Perez Rosalez y paso Río Jeinimeni
Integrantes: Gabriela Hoffmann -
Argentina 24 de diciembre de 2000 al 29 de enero de 2001 Fotos | Mapa | Distancias |
Un
sueño, una fantasía, una fantasía, un sueño.
Sustantivos que a Gabriela no la dejaban dormir. Buscaba
información, preguntaba y estudiaba mapas (actividad que
normalmente la transporta a la locura del pedaleo). Un
día aquello se hizo realidad, tanto que todos esos
sueños y fantasías pasaron a ser ahora hermosos
recuerdos. Inolvidables fueron las luchas contra el
viento (nunca se sabe cuando finalizan), las subidas
mortales (siempre se sabe que finalizan y hay una bajada
esperando) y la lluvia cordillerana. Inmensa fue la
alegría al sentir que pudimos vencer los diversos
obstáculos. Yvonne Introducción: En enero del año
1999, viajando por la isla de Chiloé, descubrí que
existía la carretera Austral. Muchos ciclistas cruzaban
al continente para recorrerla o regresaban de allí. El plan: Proyectamos el
recorrido en dos etapas, la primera el cruce de Los lagos
por el Paso Pérez Rosales, desde Bariloche, para llegar
hasta Puerto Montt, lugar donde comienza la C. A. y la
segunda el recorrido de esta ruta bajando hasta el Lago
General Carreras (Buenos Aires, del lado argentino), para
luego subir por el paso Las llaves hasta Chile Chico y
cruzar hacia Argentina por el Paso Internacional Río
Jeinimeni hasta Los Antiguos. Desde allí tomaríamos un
Ómnibus hasta Comodoro Rivadavia y un avión hasta
Buenos Aires. Yvonne: -¿Es
realidad lo que propone Gabi? .¿Está segura de
preguntar quién la quiere acompañar a semejante
aventura?... Yo me muero de ganas de gritar: ¡sí!,....
me fascinaría. Tímidamente me informó de que se trata
y luego de estar al tanto de la travesía que quiere
hacer, comenzamos a planificar el viaje. El viaje: 24/12/2000 Llegamos al
aeropuerto de Bariloche y respiramos hondo, ¡otro aire!,
empezamos a armar las bicis y se acercaron algunos
curiosos, quienes se quedaron con una de las sábanas
rotas que usé para transportar mi bicicleta. 26/12 Fuimos por la Bustillo al Albergue "Cordillera." 27/12 Llegó el día que
esperábamos. La lluvia y el feriado nos habían demorado
la partida, pues no tenía sentido hacer ese cruce con
lluvia. Finalmente lo pudimos hacer con relativo buen
tiempo. El paisaje del cruce es imponente. 28/12 Salimos hacia
Peulla, una fuerte subida me dejó a pié pero pude
seguir luego sin problemas. Desde la frontera había una
vista espectacular del cerro Tronador. Teníamos
intención de cruzar con el barco al llegar a Peulla,
pero resultó tan lindo el lugar que acampamos en el
jardín de la casa del guardaparque. 29/12 El barco salía a
la tarde, por lo que decidimos tomar una breve y
simpática excursión al lago mas cercano del lugar. Para
llegar había que atravesar un río y el agua llegaba
hasta el piso del vehículo, luego nos llevaron a
recorrer el río en gomón y regresamos. Esperamos un
buen rato en el pequeño puerto hasta poder embarcar. 30/12 Seguimos por la misma ruta rumbo a Puerto Varas, bajo un sol espléndido. Almorzamos en un parador junto al lago Llanquihue mirando el Osorno que nos seguía acompañando desde lejos. Yvonne recomendó tomar una ruta paralela a la Ruta 5, de ripio, y así lo hicimos luego de pasar un puente improvisado de troncos, ya que el camino estaba cortado al transito por refacciones. Fue una excelente idea, ya que el camino estaba en buen estado, era muy tranquilo y campestre. Al llegar a Puerto Montt, pinché nuevamente luego de una fuerte bajada. Reparamos la pinchadura y fuimos al Hostal Suizo, cerca del puerto. 31/12 Salimos de Puerto
Montt, lugar donde comienza la carretera. Luego de unos
kms comenzamos a bordear el Pacífico, algo nuevo para
nosotras, pedalear entre el mar y las montañas. Resulta
imposible describir el sentimiento en los primeros kms de
la Carretera. Algo tan esperado... y estábamos allí. 01/01/2001 Salimos hacia Hornopirén en medio del silencio total del pueblo que dormía su feriado en paz. En el camino encontramos unas cabañas muy pintorescas donde decidimos almorzar. Luego bajamos al río a tomar sol y estar un rato en el agua. Nos gustó tanto el lugar que decidimos quedarnos, teníamos tiempo suficiente pues faltaban dos días para la salida del barco. Fue una hermosa tarde de ocio. 02/01 Llegamos a Río Negro Hornopirén el día apropiado, pues el trasbordador comenzaba a funcionar al día siguiente. Paramos en un hospedaje y salimos a recorrer el lugar. 03/01 Tomamos el barco a
las 16 hs. Nos encontramos con tres ciclistas rosarinos
que iban a volver por el paso Futaleufú y un inglés que
venía desde Alaska. Navegamos 6 horas por el Fiordo
Reñihue. La navegación fue tranquila solo que en ese
tramo comenzó a acompañarnos la lluvia y no nos
abandonó por mucho tiempo. 05/01 Seguía lloviendo. Continuamos viaje hacia Chaitén. Paramos a almorzar en un camping donde había mesas con techos y pudimos protegernos un poco del agua. Luego de 20 kms me acaloré por la gran humedad ambiente y me bajó fuertemente la presión, por lo que aceptamos nuevamente ser llevadas en camión hasta Chaitén, distante 40 kms. Allí paramos en un hospedaje y fuimos a reparar la bicicleta de Yvonne que había roto un par de rallos, en el único taller de la zona. Seguimos viaje por la costa desde donde vimos cisnes de Cuello Negro. 06/01 Salimos con buen tiempo hacia las termas de Amarillo, un viaje tranquilo. Las termas están en un camping organizado con varias piletas de diferentes temperaturas. Armamos la carpa y fuimos a pasar la tarde en las piletas, donde nos encontramos con los ciclistas rosarinos. Nuevamente comenzó a llover y cuando volvimos a la carpa había entrado agua. Así que llevamos nuestras cosas a una casita de madera donde estaban los cambiadores y allí conocimos a Otto y Helen, una pareja de ciclistas austríacos muy simpáticos que pasaron la noche con nosotras bajo el mismo techo protegiéndose de la lluvia. 07/01 Amaneció nublado y retomamos la ruta rumbo a Puerto Cárdenas, donde llegamos bajo la lluvia. Así que nuevamente decidimos alquilar una pequeña cabaña donde poder secar la carpa y el resto de la ropa mojada. 08/01 Llegamos a Santa Lucía que es el lugar donde llegan y salen los que cruzan por el paso Futaleufú. Como seguía lloviendo buscamos una cafetería. Lo único que encontramos fue un hospedaje. Nos sentamos allí acompañadas por una cabeza de chancho que le habían regalado a la dueña para cocinar al día siguiente. Ella la dejó sobre nuestra mesa. Mientras tomábamos el te en compañía del pobre animal, la dueña de casa vendía pan y entraban los mochileros que esperaban el micro para subir a la frontera. Toda la tarde el tema de conversación fue el pobre chanchito que nos miraba desde un extremo de la mesa... 09/01 Llegamos a Villa Vanguardia, unas cabañas muy bien instaladas que habían sido construidas para poblar la zona, pero el proyecto fracasó y las tenían en alquiler a muy bajo costo. Al rato, llegó una pareja de motoqueros chilenos muy agradables con quienes compartimos café, licor y charlas durante la noche. 10/01 Seguimos viaje.
Luego de Villa Vanguardia el camino bordea constantemente
el río Palena, de color turquesa intenso que corre por
la Selva Valdiviana. 11/01 Desde La Junta seguimos hacia Puyuhuapi, entrando al Parque Nacional Queulat. Para descansar de la lluvia paramos a almorzar unos fideos en el restaurante del Pangue, única entrada al lago Risopatrón. Seguimos bajo la incesante lluvia hacia Puyuhuapi, donde nos albergamos en el Hotel La Casona. Una casa sobre la colina con vista a la bahía. 12/01 Salimos tarde y
tuvimos que esperar cuatro horas por refacción del
camino. Seguimos hacia las cabañas Queulat, ya que en el
Parque solo hay lugares para acampar o estas cabañas y
el clima no nos favorecía. 13/01 Salimos al
encuentro de las cuestas Queulat. 14/01 Por fin un día de sol a pleno. Durante el recorrido a Yvonne se le rompió la cadena y no logramos repararla. Por eso, terminó rompiendo la pata de cambio y la cadena y ya nada se pudo hacer pues nuestros conocimientos técnicos y herramientas no daban para tanto. Nos despedimos de Harald en el lago Las Torres y aceptamos el transporte en camioneta de un guía de pesca canadiense que nos alcanzó hasta Coihaique, donde dejamos nuestras bicis para reparar. 15/01 Salimos a pasear por la ciudad mas grande de la Carretera. Logramos conectarnos vía Internet, hacer compras y un poco de turismo. En la plaza nos encontramos con Harald. Juntos recorrimos Puerto Aysén y Puerto Chacabuco, desde allí salen los barcos hacia Puerto Montt. Almorzamos con Harald, nos despedimos y regresamos a Coihaique. 16/01 Las bicicletas no quedaron muy bien, pero no teníamos opción. Repararon la "Zenith" de Yvonne con una pata de 8, porque no tenían repuestos para 9, la cadena tampoco era la mas apropiada, pero se podía seguir viajando. La mía tenía el piñón muy gastado y la cadena se salía a cada rato, justo en las subidas, pero también daba para seguir. No muy conformes, seguimos pedaleando hacia nuestro objetivo y llegamos a El Blanco, un pequeño pueblo donde no había donde alojarse, salvo una casa vieja en mal estado, que nos alquilaron por una suma mínima. Allí nos reencontramos con la pareja de ciclistas austríacos, quienes decidieron albergarse también en la casa. 17/01 Seguimos viaje con ellos hacia Villa Cerro Castillo; estaban preparando ese tramo para asfaltarlo. Fue un día difícil, casi todo el camino en pendiente y con viento en contra. Cuando ya creía que no podría seguir, llegó el asfalto y una bajada de 15 kms. La descendí a toda marcha mientras mis compañeros disfrutaban el paisaje y sacaban fotos del Cerro Castillo, yo prácticamente no lo vi. 18/01 Decidimos hacer
los 131 kms de distancia hasta Puerto Tranquilo en 3
etapas. Primero encontramos un lugar que nos gustó mucho
al costado de la ruta, con árboles frutales y un curso
de agua, así que nos quedamos disfrutando la paz del
lugar. 19/01 Seguimos camino y
paramos en un lugar que encontró Yvonne, a orillas del
Murta. 20/01 Nos acercábamos a Puerto Tranquilo, cuando divisamos el Lago General Carreras. Su color es turquesa intenso, la vista desde allí: impresionante. Llegamos a Puerto Tranquilo. Paramos en un hospedaje, frente al lago. 21/01 Nos quedamos un día para ir a ver la Catedral de Mármol. Es un paseo en lancha sobre el lago por donde se accede a unas cuevas de mármol talladas por el mar y el tiempo. Las primeras son de forma irregular y las llaman capilla de mármol, luego la lancha sigue y aparece la Catedral que es una roca enorme, alta y redonda con una cueva en la que entra el bote. Un lugar muy interesante para conocer al que solo se llega en barco. 22/01 Salimos hacia El Maitén, lugar donde se abre el desvío hacia Chile Chico. Nuevamente nos sorprendió la lluvia y decidimos quedarnos en unas bellas cabañas sobre el desagüe del lago Carreras. Allí llegó Sean, un ciclista que venía uniendo San Francisco Ushuaia. Nos quedamos toda la tarde charlando y mirando la lluvia desde la cafetería que daba al lago. 23/01 Una breve jornada de pedaleo con muy buen tiempo. Almorzamos con Sean en Puerto Guadal y el siguió viaje. Nosotras, que no teníamos ningún apuro, nos quedamos recorriendo el pueblo y encontramos un hospedaje frente al lago. A Yvonne se le rompieron un par de rayos del lado del piñón y a mi la cadena se me salía cada vez que intentaba una subida fuerte, estaba muy gastado todo el grupo de mi bicicleta. Igualmente ya estábamos cerca de la meta y seguimos viaje. 24/01 Paramos en Mallín Grande, un pueblo pequeño, donde alquilamos una habitación en una casa de familia. Nos quedamos toda la tarde por el pueblo y conociendo a la gente del lugar. 25/01 La ruta subía y podíamos ver desde arriba el supuesto pueblo de Fachinal a orillas del lago. Podríamos haber acampado arriba junto al camino, pero decidimos bajar para conocer el lugar, la plaza, etc. Nunca lo logramos, porque no había ni pueblo, ni plaza, ni nada... Bajamos por un camino que parecía no terminar nunca y nos detuvimos en una casa a preguntar donde estaba el pueblo. Así nos enteramos que se trataba de un grupo de chacras que comparten en ese valle con un nombre conjunto. Recién ahora pueden comunicarse con el resto de Chile por este camino, pues antes solo se accedía en barco. Cuando llegamos al lago, había mucho viento y ninguna sombra o árboles donde acampar. Parecía un pueblo fantasma. No sabíamos que hacer y entramos en una de las chacras a ver si encontrábamos algo. Afortunadamente un matrimonio de gente mayor que había llegado el día anterior, nos permitió dormir en un cuarto de la casa. A la noche nos convidaron carne con habas y nos contaron la historia de su familia y de ese lugar. Resultó muy interesante. 26/01 Luego de retomar la subidita que nos llevaría al camino principal, continuamos camino hacia Chile Chico, un panorama espectacular desde la ruta y unas subidas largas que debí hacer en su mayoría a pié pues la cadena de mi GT ya no quería hacer fuerza. Yvonne seguía perdiendo rayos por el camino pues su rueda trasera tampoco quería soportar ninguna carga, debió soltar los frenos para poder rodar pues la rueda se había descentrado completamente. Encontramos el paso Las Llaves luego de una larga trepada por el camino de cornisa con vista al lago. Luego un fuerte descenso, mas camino y... ¡llegamos a Chile chico!, Yvonne me prestó su bicicleta para que vea en el estado en que se encontraba, realmente un desastre, pero estábamos allí. Habíamos logrado llegar y tan solo nos faltaban 30 kms para llegar a Los Antiguos en la Argentina. Nos albergamos en un hospedaje y salimos a recorrer el pueblo y pasear por el lago. Nos encontramos con Sean que había llegado el día anterior y estaba descansando para seguir camino hacia el sur por la 40. Nos despedimos y fuimos a cenar. 27/01 El rodeo es el
deporte nacional de Chile y ese día se practicaba sobre
el camino que conduce a la frontera. Emprendimos la
vuelta a nuestro país, parando antes a disfrutar del
espectáculo. Comimos chivo al palo con vino, miramos el
rodeo, y cruzamos la frontera con un fuerte viento en
contra. |